Son rumores, son rumores !!!
En el reportillo de ayer, hablamos un poco sobre las noticias del ámbito económico y financiero y como afectan éstas al mercado. Hoy, vamos a ver la otra cara de la moneda “las otras noticias”, los rumores. El DRAE, define un rumor, como una “Voz que corre entre el público”. En efecto, los rumores financieros o bursátiles son informaciones, noticias no confirmadas, etc. que corren libremente por foros de bolsa, páginas web, chats e incluso por canales televisivos y prensa económica especializada. ¿Cómo comienza el rumor? Debemos comenzar por distinguir dos tipos de rumores: en primer lugar los que tienen alguna base cierta, en segundo lugar, los que son absolutamente producto de la imaginación del autor o los autores iniciales. Entre los primeros podemos incluir los que se basan en ciertas previsiones de resultados (positivos o negativos) o de negocios de empresas, de sectores económicos, etc.; los que son producto de la llamada “información privilegiada o interna” o los que se basan en declaraciones (o la expresión facial o tono de voz, incluso) de funcionarios, directores de empresas u órganos reguladores. Entre los segundos, la gama se amplía a aquellos que son producto de mitómanos, errores, manipulación pura y dura de cierto valor o sector, o simplemente de previsiones, opiniones o cálculos a los que se les da cierta credibilidad y comienzan a rodar en forma de rumor, muchas veces ampliados o exagerados.
El peligro de un rumor es, por una parte, su capacidad de expansión y difusión, la cual es exponencial y, gracias a internet, a velocidades de vértigo y por otra, como todo rumor, cada “difusor” puede añadirle notas de su propia cosecha, distorsionando más aun su contenido, al no haber una información o noticia cierta u oficial con la cual cotejarlo o comprobar su veracidad.
El rumor, al igual que una noticia cierta y dado lo que explicábamos en el reportillo de ayer, puede producir movimientos en el mercado al éste tener la tendencia a descontarlo todo. Incluso puede provocar movimientos realmente importantes que provoquen reacciones oficiales (suspensión de la cotización por determinado tiempo hasta que la empresa informe sobre la situación) o de la misma empresa, confirmando el rumor, que entonces pasa a convertirse en noticia, o negándolo, en cuyo caso suele ocasionarse un movimiento en la cotización, en sentido contrario al que antecedió a la noticia oficial y que muchas veces llega a excederlo.
¿Cómo saber si antes de la confirmación o negación, el rumor es cierto o no? Es muy difícil precisarlo. Hay quienes dicen que ocurre un movimiento inusual en el volumen de las transacciones de la empresa con anterioridad (dos semanas antes o así) a que se conozca y comience a expandir el rumor. Otros buscan confirmar a través de datos fundamentales, revisión de noticias o simple lógica y / o experiencia (comportamiento anterior de casos similares, por ejemplo), la veracidad o no del rumor. El incremento del volumen y su cuantía, así como el movimiento de la acción en un sentido u otro, con posterioridad a la difusión del rumor, también puede ser un indicador de su posible certeza o no. En líneas generales no hay una forma medianamente cierta de saber, con anterioridad y relativa precisión, si un rumor se convertirá en noticia cierta o no.
Lo verdaderamente relevante, es el movimiento en la acción o sector que acompaña a un rumor. Sea de base cierta o no, el mercado va a tender a querer descontar la noticia en caso de ser cierta. Así, aparte del volumen propio ocasionado por quienes manejan la noticia (en caso de ser cierta), se suma el volumen de aquellos que, sabiéndolo rumor, se suman a la ola, descontando así el mercado la certeza de la noticia. Cuando la noticia se confirma el mercado ya la ha descontado y de no ser cierto el rumor, comienza un movimiento en sentido contrario al anterior y mucho más rápido aun.
Por ello, dado que cuando se conoce la noticia, en el mejor de los casos, no sucede nada significativo en el movimiento del precio, existe el viejo dicho bursátil: “compra con el rumor y vende con la noticia”. Ejemplos hay miles: la aprobación de Yondelis en Zeltia, la fusión de Alcatel y Lucent, los rumores de fusión de Astroc y Aisa, los rumores de OPA sobre Iberia (en curso) y así ejemplos y ejemplos.
Así que a no olvidarlo. Cuando conocemos un rumor y de alguna forma nos convencemos de su certeza, algo extraño, una combinación de la más pura avaricia mezclada con el orgullo y la vanidad de poder vencer al mercado se apodera de nosotros, en una suerte de extraño maleficio que nos impide pensar con racionalidad. Una vez que sale la noticia, esa misma sensación nos va a impedir olvidarnos del dicho en cuestión, convenciéndonos de que conservar la posición adquirida con el rumor, es la mejor decisión que podemos tomar, con las consiguientes pérdidas posteriores. Por ello, insisto, nunca olvidarlo: compren con el rumor y vendan con la noticia, no se arrepentirán.Una advertencia final, cuídense de los rumores ocasionados por los llamados “calienta valores”, personas que se posicionan en determinados valores, usualmente de los que mueven poco volumen y llenan los foros de análisis, informes técnicos y supuestas noticias, donde aseguran beneficios para los que se posicionen, del 100% o más. Son personas sin escrúpulos que liquidan su posición en lo que se incrementa ligeramente el valor, dejando a muchos pillados en el mismo. Lamentablemente son una especie de plaga que pulula en algunos foros y se aprovechan de la buena fe o la inexperiencia de quienes caen en sus redes. Cuídense de ellos como si de una enfermedad infecciosa se tratase y recuerden siempre que nadie ofrece duros a cuatro pesetas, no dejéis que la avaricia guíe vuestra operativa y os haga perder unos euros que cuesta mucho ganar.
En el reportillo de ayer, hablamos un poco sobre las noticias del ámbito económico y financiero y como afectan éstas al mercado. Hoy, vamos a ver la otra cara de la moneda “las otras noticias”, los rumores. El DRAE, define un rumor, como una “Voz que corre entre el público”. En efecto, los rumores financieros o bursátiles son informaciones, noticias no confirmadas, etc. que corren libremente por foros de bolsa, páginas web, chats e incluso por canales televisivos y prensa económica especializada. ¿Cómo comienza el rumor? Debemos comenzar por distinguir dos tipos de rumores: en primer lugar los que tienen alguna base cierta, en segundo lugar, los que son absolutamente producto de la imaginación del autor o los autores iniciales. Entre los primeros podemos incluir los que se basan en ciertas previsiones de resultados (positivos o negativos) o de negocios de empresas, de sectores económicos, etc.; los que son producto de la llamada “información privilegiada o interna” o los que se basan en declaraciones (o la expresión facial o tono de voz, incluso) de funcionarios, directores de empresas u órganos reguladores. Entre los segundos, la gama se amplía a aquellos que son producto de mitómanos, errores, manipulación pura y dura de cierto valor o sector, o simplemente de previsiones, opiniones o cálculos a los que se les da cierta credibilidad y comienzan a rodar en forma de rumor, muchas veces ampliados o exagerados.
El peligro de un rumor es, por una parte, su capacidad de expansión y difusión, la cual es exponencial y, gracias a internet, a velocidades de vértigo y por otra, como todo rumor, cada “difusor” puede añadirle notas de su propia cosecha, distorsionando más aun su contenido, al no haber una información o noticia cierta u oficial con la cual cotejarlo o comprobar su veracidad.
El rumor, al igual que una noticia cierta y dado lo que explicábamos en el reportillo de ayer, puede producir movimientos en el mercado al éste tener la tendencia a descontarlo todo. Incluso puede provocar movimientos realmente importantes que provoquen reacciones oficiales (suspensión de la cotización por determinado tiempo hasta que la empresa informe sobre la situación) o de la misma empresa, confirmando el rumor, que entonces pasa a convertirse en noticia, o negándolo, en cuyo caso suele ocasionarse un movimiento en la cotización, en sentido contrario al que antecedió a la noticia oficial y que muchas veces llega a excederlo.
¿Cómo saber si antes de la confirmación o negación, el rumor es cierto o no? Es muy difícil precisarlo. Hay quienes dicen que ocurre un movimiento inusual en el volumen de las transacciones de la empresa con anterioridad (dos semanas antes o así) a que se conozca y comience a expandir el rumor. Otros buscan confirmar a través de datos fundamentales, revisión de noticias o simple lógica y / o experiencia (comportamiento anterior de casos similares, por ejemplo), la veracidad o no del rumor. El incremento del volumen y su cuantía, así como el movimiento de la acción en un sentido u otro, con posterioridad a la difusión del rumor, también puede ser un indicador de su posible certeza o no. En líneas generales no hay una forma medianamente cierta de saber, con anterioridad y relativa precisión, si un rumor se convertirá en noticia cierta o no.
Lo verdaderamente relevante, es el movimiento en la acción o sector que acompaña a un rumor. Sea de base cierta o no, el mercado va a tender a querer descontar la noticia en caso de ser cierta. Así, aparte del volumen propio ocasionado por quienes manejan la noticia (en caso de ser cierta), se suma el volumen de aquellos que, sabiéndolo rumor, se suman a la ola, descontando así el mercado la certeza de la noticia. Cuando la noticia se confirma el mercado ya la ha descontado y de no ser cierto el rumor, comienza un movimiento en sentido contrario al anterior y mucho más rápido aun.
Por ello, dado que cuando se conoce la noticia, en el mejor de los casos, no sucede nada significativo en el movimiento del precio, existe el viejo dicho bursátil: “compra con el rumor y vende con la noticia”. Ejemplos hay miles: la aprobación de Yondelis en Zeltia, la fusión de Alcatel y Lucent, los rumores de fusión de Astroc y Aisa, los rumores de OPA sobre Iberia (en curso) y así ejemplos y ejemplos.
Así que a no olvidarlo. Cuando conocemos un rumor y de alguna forma nos convencemos de su certeza, algo extraño, una combinación de la más pura avaricia mezclada con el orgullo y la vanidad de poder vencer al mercado se apodera de nosotros, en una suerte de extraño maleficio que nos impide pensar con racionalidad. Una vez que sale la noticia, esa misma sensación nos va a impedir olvidarnos del dicho en cuestión, convenciéndonos de que conservar la posición adquirida con el rumor, es la mejor decisión que podemos tomar, con las consiguientes pérdidas posteriores. Por ello, insisto, nunca olvidarlo: compren con el rumor y vendan con la noticia, no se arrepentirán.Una advertencia final, cuídense de los rumores ocasionados por los llamados “calienta valores”, personas que se posicionan en determinados valores, usualmente de los que mueven poco volumen y llenan los foros de análisis, informes técnicos y supuestas noticias, donde aseguran beneficios para los que se posicionen, del 100% o más. Son personas sin escrúpulos que liquidan su posición en lo que se incrementa ligeramente el valor, dejando a muchos pillados en el mismo. Lamentablemente son una especie de plaga que pulula en algunos foros y se aprovechan de la buena fe o la inexperiencia de quienes caen en sus redes. Cuídense de ellos como si de una enfermedad infecciosa se tratase y recuerden siempre que nadie ofrece duros a cuatro pesetas, no dejéis que la avaricia guíe vuestra operativa y os haga perder unos euros que cuesta mucho ganar.
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